Recetas saludables para la pronta cicatrización
Después de una cirugía, la recuperación es la clave de su restablecimiento, pero una buena recuperación depende en gran parte de una nutrición adecuada.
En este sentido, nos preguntamos ¿En qué lugar se traza la línea divisoria entre una nutrición adecuada y una deficiente para un enfermo con una herida que no cicatriza?
Se recomienda comenzar por la base: una dieta equilibrada con una gran cantidad de proteínas, hidratos de carbono, grasa, vitaminas y minerales.
Nutrientes que favorecen la cicatrización
Sin embargo, esto es sólo el principio. Hay elementos que están más involucrados que otros en el proceso como las vitaminas del complejo B (riboflavina, B6 y tiamina) que son participantes directos en la cicatrización, y la vitamina K, que cumplen un papel menos visible pero igual de importante.
Al ser esencial en el proceso de coagulación de la sangre, la vitamina K ayuda a evitar las hemorragias que podrían producir una hinchazón anormal o una masa de sangre coagulada a la que se da el nombre de hematoma. Una deficiencia en esta vitamina implica un peligro potencial, porque puede inhibir el proceso de cicatrización y hacer que la herida se infecte o se abra.
Sin embargo, por importantes que sean todos estos elementos, no ejercen el papel preponderante de otros dos, famosos por sus efectos en la cicatrización: la vitamina C y el cinc.
El papel esencial que desempeña la vitamina C en la cicatrización se conoce desde hace muchísimos años. Si no tiene suficiente vitamina C, todo el proceso de cicatrización podría fracasar. Si hay poca, los aminoácidos necesarios para reconstituir los tejidos son producidos en un «orden equivocado». La consecuencia es que el cuerpo intenta la cicatrización sin tener la materia prima para hacerlo.
Y lo que es peor, se sabe de casos en los que viejas heridas han vuelto a abrirse incluso cuando la deficiencia de vitamina C ocurre mucho después de la cicatrización. Pero no desespere. Diagnosticando el problema y tratándolo con las dosis adecuadas de vitamina C, las cosas vuelven rápidamente a su cauce y continúa el proceso de cicatrización normal.
Los cortes quirúrgicos no son el único tipo de heridas que requieren vitamina C para cicatrizar. Como se explica en el libro Human Nutrition and Dietetics (Nutrición humana y dietética), «las heridas de cualquier tipo, incluidas las intervenciones quirúrgicas y especialmente las quemaduras, aumentan la demanda de ácido ascórbico (vitamina C). Los pacientes necesitan una gran cantidad de vitamina. Los visitantes que llevan frutas frescas y zumos a los pacientes contribuyen a satisfacer esta demanda».
Si una buena cantidad de vitamina C es necesaria para la cicatrización, ¿significa eso que a mayor cantidad más rápido es el proceso? No necesariamente. De hecho, los autores dicen que no hay pruebas de tal beneficio. Pero sostienen que antes de una intervención quirúrgica importante «es aconsejable suministrar una dosis de 250 miligramos de ácido ascórbico durante unos días antes de la operación y continuar con ella hasta que el paciente se alimente con normalidad».
Las carencias graves de vitamina C son poco frecuentes en los países occidentales. De hecho, la comida normal y el hábito de tomar suplementos asegura que la mayoría de la gente tenga vitamina C suficiente para atender a la cicatrización.
Por contraste, la deficiencia de cinc, mineral conocido por su papel en el proceso, es más frecuente. Se ha comprobado, por ejemplo, que en Estados Unidos se da incluso entre los niños de familias acomodadas. No hay duda alguna de que el cinc es de gran importancia en la cicatrización.
Los estudios demuestran que las heridas tardan más en cerrar si existe carencia de cinc, y quecorregir dicha deficiencia influye notablemente.
Sin embargo, resulta importante observar que los suplementos de cinc ayudan a los pacientes que tienen niveles bajos de este mineral, pero no cumplen función alguna en aquellos que tienen una cantidad normal.
Recetas saludables
Receta saludable para la pronta cicatrización #1 Ensalada de germinados con cítricos
Ingredientes (Para 4 personas)
200 g de germinados (como soja, alfalfa, trigo, rábanos, etc.)
1 lechuga francesa
1 aguacate
2 cebolletas
Para el aliño
100 mi de nata acidificada, requesón o crème fraîche
El zumo de media naranja
2 cucharadas de zumo de limón
2 cucharadas de jugo de toronja
1 cucharadita de piel de limón rallado
Sal y pimienta blanca recién molida
Prepración
Separar las hojas de la lechuga y lavarlas sumergiéndolas en agua con sal. Escurrirlas y disponerlas en una ensaladera. Colocar los germinados encima de la lechuga.
Pelar el aguacate, partirlo por la mitad, retirar el hueso y cortar la carne en finas tiras.
Lavar las cebolletas y cortarlas a finas rodajas. Usar la cebolla y el aguacate para adornar el plato.
Preparar el aliño mezclando la nata, el zumo de naranja, el zumo de limón y la ralladuras de piel de limón. Salpimentar al gusto y verter el aliño por encima de la ensalada.
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Receta saludable para la pronta cicatrización #2 Sorbete de naranja
Ingredientes
el zumo de 4 naranjas
220 g de azúcar de caña
120 g de pistachos pelados
1/2 clara de huevo
Preparación
Filtrar el zumo de las naranjas, añadir el azúcar y la corteza de una naranja finamente rallada; mezclar y meter en la nevera durante unas 2 horas, removiendo de vez en cuando.
Poner la mezcla en la heladora y ponerla en marcha. A la mitad del ciclo de elaboración del sorbete, añadir la clara y poner la heladora de nuevo en marcha.
Cuando el sorbete esté listo, meterlo en el congelador y, en el momento de servir, espolvorearlo con los pistachos picados
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Receta saludable para la pronta cicatrización #3 Cuscùs a la naranja
Ingredientes
250 g de cuscús
750 mi de agua
750 g de calabaza en trozos grandes
1 cucharada de aceite de oliva
2 cebollas medianas (300 g) finamente picadas
2 dientes de ajo machacados
2 cucharaditas de corteza de naranja rallada
125 mi de zumo de limón
50 g de albaricoques secos picados gruesos
80 g de almendras tostadas picadas gruesas
15 g de menta fresca cortada fina
Preparación
Mezclar el cuscús y el agua en un cuenco mediano; dejar reposar unos 15 minutos o hasta que se absorba el agua.
Entre tanto, cocer en agua, al vapor o a! microondas la calabaza hasta que esté tierna; escurrirla.
Calentar el aceite en una sartén grande; cocinar removiendo la cebolla y el ajo sobre fuego medio durante unos 3 minutos o hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.
Añadir la ralladura, el zumo, el albaricoque, el cuscús y la calabaza; remover hasta que esté todo bien caliente. Servir espolvoreando por encima las almendras y la menta.
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